Elegir el socio inversor adecuado
A la hora de escoger un socio inversor, no sólo debe adecuarse a tu etapa de desarrollo y tener las capacidades adecuadas para ello, sino que además es importante saber que está dispuesto a apostar por la compañía en la prosperidad y la adversidad
Por Wences Sevillano, CFO de Beonprice
Existe una cita popular en el ecosistema startup que dice algo así como, “elegir un inversor es muy similar a casarse, salvo que no puedes divorciarte tan fácilmente”. Desconozco la autoría de la analogía, pero reconozco no ser un gran entusiasta de la misma, especialmente cuando aparece como cabecera de artículos sobre cómo elegir el socio adecuado para financiar tu startup. Me explicaré.
Fácilmente, y a golpe de Google, podréis encontrar artículos bastante buenos que hablan sobre qué tener en cuenta en la búsqueda del partner estratégico adecuado. No se trata simplemente de dinero; es importante encontrar un inversor que se adecue a tu etapa de desarrollo, que reúna las habilidades y capacidades necesarias para ayudarte a cubrir los value-gaps que tengas identificados. Has de ver el momento del fondo, su compromiso, su reputación, su visión a largo plazo… No voy a escribir sobre esto; hay infinidad de literatura al respecto y no aportaría nada nuevo.
Tampoco voy a escribir sobre dónde y cómo encontrar al VC perfecto. A estas alturas, casi todos sabemos o intuimos que de poco sirve quedarse parado, esperando que llegue ese príncipe azul en forma de nuevo inversor absolutamente embelesado, que ha visto en nosotros el nuevo e inminente unicornio. Como dicen en mi pueblo, el que quiera peces… Por supuesto, el networking, el permanente contacto con el ecosistema, asociaciones, etc. Esto es absolutamente capital para el éxito de la misión. No te quedes parado.
La pareja ideal
Decía al principio de este artículo que no soy muy entusiasta de la analogía matrimonial, porque ¿quién va a casarse y está pensando en el divorcio? Cuando estamos cerca de cerrar un acuerdo con un inversor estamos ilusionados, entusiasmados, llenos de energía y emoción. Como quien hace los preparativos de una gran boda. El viento sopla a nuestras espaldas y trazamos un business plan maravilloso con unos crecimientos fabulosos. Todo sigue su curso.
Ahora bien, en la relación habrá momentos malos; como los hay en todas las relaciones, circunstancias de mercado complicadas, e incluso hasta pandemias mundiales que amenacen la propia supervivencia de una compañía. Por supuesto, lo último que quieres o esperas es divorciarte. Lo que deseas es que tus socios sigan confiando en la compañía, en el equipo, en los fundamentales de la misma para sortear los momentos complicados y volver a crecer con más fuerza que nunca. Ese es el tipo de socio que yo quiero. Este es el factor más crítico, desde mi punto de vista, en la elección de un socio inversor.
La experiencia de Beonprice
Quería escribir sobre esto y remarcarlo, porque si bien creía saberlo, nada mejor que contarlo desde la experiencia más personal y reciente. Podréis imaginar que en Beonprice hemos pasado momentos difíciles por el impacto del Covid. Sin embargo, desde el minuto uno y en todo momento, hemos contado con el apoyo incondicional de todos y cada uno de nuestros socios. Manifestando confianza absoluta en el proyecto, en todo el equipo y la consigna de que había que seguir apretando fuerte en el desarrollo de nuestro producto, en el diseño del servicio y en la creación de las estructuras y procesos necesarios para salir con más fuerza que nunca, mejorar nuestra ventaja competitiva y convertirnos en el mejor RMS del mundo. Gracias a todos y cada uno de los socios de Beonprice, no solamente estamos retomando el crecimiento con mayor fuerza, sino que tenemos una historia de éxito más grande que contar basada en la resiliencia y en la superación.
En conclusión, reformularía la cita de la siguiente manera; “elegir un inversor es muy similar a casarse y como tal, ambos deben estar a la altura de las circunstancias en la prosperidad y en la adversidad”. Piensa en ello si estás en proceso de incorporar a un nuevo socio. Nosotros nos sentimos orgullosos de haberlo hecho así y seguiremos aplicando este criterio en futuras etapas de desarrollo.
